ALCANZANDO LAS ALTURAS
Libro de Richard Wurmbrand
Escalar hacia la máxima altura se logra paso a paso, igualmente cada creyente debe vivir un día a la vez hasta llegar a la meta. Una manera de hacerlo es meditando en la Palabra de D-os diariamente."ALCANZANDO LAS ALTURAS" es una colección única de devocionales escritos por Richard Wurmbrand durante los 14 años de su cautiverio en los campamentos de concentración comunista por causa de su fe. Durante este tiempo en celdas solitarias y expuesto a torturas permanentes experimentó su amor ardiente por D-os y por la humanidad.
En estos 366 devocionales el autor busca compartir con los lectores su amor por Cristo (YASHUA) y lo que El significa. Muchas de las ilustraciones usadas vienen de sus experiencias en las cárceles junto con sus compañeros cristianos. Pueden que algunas sorprendan, otras causen dolor y otras hagan sonreír.
ALCANZANDO LAS ALTURAS le acercará al Señor a través de las experiencias de la vida de este renombrado escritor marcadas por el sufrimiento.
2 DE JUNIO
“Y todos los hermanos que están conmigo.” (Gálatas 1:2)
Pablo había decidido escribir una carta instructiva a la iglesia en Galacia. Lo que escribió era la Palabra eterna de dios que serviría de edificación a los cristianos hasta el fin del mundo. En un caso así, tú no escribes tu propia opinión. Te unes con todos tus hermanos. Existe una fe para todos que fue en una ocasión declarada a los santos: la fe guardada por los her-manos siempre y dondequiera. Sólo en comunión con todos los santos puede uno declarar verdad eterna. Por eso, Pablo escribió su carta a los Gálatas en comunión con ―todos los herma-nos‖ que estaban con él.
El Aquél en quien Pablo confiaba más era su hermano, Je-sús. En el confiamos.
Cristo, nuestro hermano y Señor, tiene muchos ángeles santos. Ellos también son nuestros hermanos.
Además, los santos glorificados también están con nosotros. Cuando Jesús habló con Moisés y Elías en el Monte de la Transfiguración, le pidió a Sus discípulos que a nadie le dijeran. Nadie, después de encontrarse con alguien diría a otro; ―sabes, tenía una nariz.‖ Una nariz no es sobrenatural. Estamos inclinados a dar mucha importancia a lo sobrenatural, pero Jesús deseó que nos consideremos continuamente en comunión con los santos que han seguido adelante.
Estamos en contra del espiritismo, el evocar a los muertos; no deseamos sentir su cercanía. Pero creemos que los santos que han ido a morar con el Señor, no están lejos.
La Biblia dice: ―Teniendo en derredor nuestro tan gran nube de testigos.‖ (Hebreos 12:1) Se cuenta en la biografía de Juan Crisóstomo, el predicador más grande que la Cristiandad ha conocido, que cuando escribía sus sermones un cristiano vio a Pablo y a Juan parados cerca de él, susurrándole ideas al oído. Los que se han hecho como niños, pueden creer esta historia. No se habla mucho de estas experiencias porque el hablar mu-cho mostraría que no creemos que lo milagroso sea porque el hablar mucho mostraría que no creemos que lo milagroso sea lo normal en la vida cristiana. Que no creemos que la comunión de los santos es una experiencia diaria.
Escribamos nuestras cartas ―junto con los hermanos que están con nosotros.
Libro de Richard Wurmbrand
Escalar hacia la máxima altura se logra paso a paso, igualmente cada creyente debe vivir un día a la vez hasta llegar a la meta. Una manera de hacerlo es meditando en la Palabra de D-os diariamente."ALCANZANDO LAS ALTURAS" es una colección única de devocionales escritos por Richard Wurmbrand durante los 14 años de su cautiverio en los campamentos de concentración comunista por causa de su fe. Durante este tiempo en celdas solitarias y expuesto a torturas permanentes experimentó su amor ardiente por D-os y por la humanidad.
En estos 366 devocionales el autor busca compartir con los lectores su amor por Cristo (YASHUA) y lo que El significa. Muchas de las ilustraciones usadas vienen de sus experiencias en las cárceles junto con sus compañeros cristianos. Pueden que algunas sorprendan, otras causen dolor y otras hagan sonreír.
ALCANZANDO LAS ALTURAS le acercará al Señor a través de las experiencias de la vida de este renombrado escritor marcadas por el sufrimiento.
2 DE JUNIO
“Y todos los hermanos que están conmigo.” (Gálatas 1:2)
Pablo había decidido escribir una carta instructiva a la iglesia en Galacia. Lo que escribió era la Palabra eterna de dios que serviría de edificación a los cristianos hasta el fin del mundo. En un caso así, tú no escribes tu propia opinión. Te unes con todos tus hermanos. Existe una fe para todos que fue en una ocasión declarada a los santos: la fe guardada por los her-manos siempre y dondequiera. Sólo en comunión con todos los santos puede uno declarar verdad eterna. Por eso, Pablo escribió su carta a los Gálatas en comunión con ―todos los herma-nos‖ que estaban con él.
El Aquél en quien Pablo confiaba más era su hermano, Je-sús. En el confiamos.
Cristo, nuestro hermano y Señor, tiene muchos ángeles santos. Ellos también son nuestros hermanos.
Además, los santos glorificados también están con nosotros. Cuando Jesús habló con Moisés y Elías en el Monte de la Transfiguración, le pidió a Sus discípulos que a nadie le dijeran. Nadie, después de encontrarse con alguien diría a otro; ―sabes, tenía una nariz.‖ Una nariz no es sobrenatural. Estamos inclinados a dar mucha importancia a lo sobrenatural, pero Jesús deseó que nos consideremos continuamente en comunión con los santos que han seguido adelante.
Estamos en contra del espiritismo, el evocar a los muertos; no deseamos sentir su cercanía. Pero creemos que los santos que han ido a morar con el Señor, no están lejos.
La Biblia dice: ―Teniendo en derredor nuestro tan gran nube de testigos.‖ (Hebreos 12:1) Se cuenta en la biografía de Juan Crisóstomo, el predicador más grande que la Cristiandad ha conocido, que cuando escribía sus sermones un cristiano vio a Pablo y a Juan parados cerca de él, susurrándole ideas al oído. Los que se han hecho como niños, pueden creer esta historia. No se habla mucho de estas experiencias porque el hablar mu-cho mostraría que no creemos que lo milagroso sea porque el hablar mucho mostraría que no creemos que lo milagroso sea lo normal en la vida cristiana. Que no creemos que la comunión de los santos es una experiencia diaria.
Escribamos nuestras cartas ―junto con los hermanos que están con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bendícenos con tus comentarios.